Química Natural vs. Química Orgánica: ¿En qué se diferencian realmente?

Hoy vamos a hablar de dos conceptos que se suelen confundir: Química Natural y Química Orgánica. Aunque a veces se usan de forma indistinta, estos términos tienen significados distintos en el ámbito científico. Y entender estas diferencias puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas sobre los productos y compuestos que consumimos y producimos.

Para empezar, debemos recordar que todo lo que nos rodea es química. Aunque solemos usar el término "químico" como si fuera algo externo a nosotros, lo cierto es que la química forma parte integral de la existencia. Desde el agua que bebemos hasta los compuestos en el aire que respiramos, todo está compuesto por sustancias químicas que pueden identificarse, cuantificarse y analizarse. Por tanto, la verdadera pregunta que deberíamos plantearnos no es si algo es “químico” o no, sino de dónde provienen las sustancias que utilizamos y cómo fueron producidas.

¿Qué es la Química Natural?

La Química Natural abarca todas aquellas sustancias y compuestos que provienen directamente de la naturaleza. Esto significa que son generados por seres vivos o elementos abióticos (como la tierra, el agua o el aire) sin intervención humana en su creación. Las rutas metabólicas en los organismos vivos —como bacterias, hongos, plantas y animales— son procesos bioquímicos complejos que producen compuestos esenciales para la vida, desde vitaminas hasta antioxidantes. Estos procesos son parte de lo que llamamos química natural.

Para explicar mejor qué es un “ser vivo”, podemos tomar la definición de autopoiesis del Dr. Humberto Maturana, que describe a un ser vivo como un sistema que genera una serie de reacciones químicas para reproducirse a sí mismo y adaptar su entorno. Esto significa que, en la química natural, los compuestos activos que encontramos tienen su origen en procesos biológicos o abióticos que no incluyen la intervención humana directa.

¿Y qué pasa con la Química Orgánica?

Por otro lado, la Química Orgánica es la rama de la química que estudia las sustancias basadas en el carbono. Estas pueden estar presentes en todos los seres vivos y en una gran cantidad de compuestos naturales e inorgánicos. Lo interesante es que en química orgánica, las sustancias pueden tener dos orígenes distintos: natural o sintético.

Un compuesto orgánico puede derivarse de una fuente natural, como los hidrocarburos en plantas o la glucosa producida por fotosíntesis, o de una fuente sintética, es decir, creado en un laboratorio. La posibilidad de fabricar compuestos orgánicos sintéticos ha revolucionado industrias como la farmacéutica, la alimentaria y la cosmética, permitiéndonos acceder a compuestos que a veces son más puros o más estables que sus contrapartes naturales.

¿Por qué es importante diferenciar entre Natural y Orgánico?

En muchas industrias, los términos “natural” y “orgánico” pueden tener significados específicos que no siempre se alinean con las definiciones científicas. Por ejemplo, en la agricultura, un producto “orgánico” generalmente significa que se cultivó sin pesticidas sintéticos, pero en química, un compuesto orgánico solo se refiere a su estructura basada en carbono, sin importar su origen.

Por esta razón, invitamos a reflexionar sobre los términos que usamos y a cuestionarnos el origen de los productos que consumimos. Saber si un producto es de origen natural o sintético puede tener implicaciones para nuestra salud y el medio ambiente. Al final, tener una comprensión clara de estos términos nos da herramientas para tomar decisiones más conscientes y sostenibles.

Reflexionemos Juntos

En resumen, la química está en todo, y entender sus principios nos permite vivir de una manera más consciente y respetuosa con el entorno. La próxima vez que te encuentres con los términos “natural” y “orgánico”, pregúntate de dónde provienen esos productos, cuáles son sus posibles impactos y cómo el lenguaje nos ayuda (o nos confunde) al hablar de ellos.



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